¿Trajeron los cometas vida a la Tierra?
Algunos científicos creen que es posible que la vida comenzara en los cometas. El experimento Miller Urey/a> mostró que bajo ciertas condiciones de energía de rayos o luz ultravioleta, los aminoácidos se forman a partir de amoniaco y otras moléculas. En su hogar distante, en la nube Oort, los cometas están expuestos al tipo de radiación cósmica que suministra la energía necesaria para formar estas largas y complejas moléculas. Espectros tomados de cometas recientes revelan la presencia de moléculas como aminoácidos, proteínas e, inclusive, hidrocarbonos policíclicos aromáticos (en Inglés, polycyclic aromatic hydrocarbons, PAH) .En los cometas de la nube Oort no hay atmósferas, pero cuando los cometas son perturbados y comienzan a viajar en dirección al Sol hasta el paso perihélico, desarrollan una atmósfera transitoria. Debido a que los cometas que realizan un paso perihélico pierden algo de sus superficies frías, se cree que los cometas pudieron traer consigo algo de las moléculas elementales de vida hacia el sistema solar interior y luego las depositaron en los planetas, en donde la vida podía prosperar. Cada año la Tierra pasa a través de las Leónidas, que es un área de desechos que el cometa Temple 2 ha dejado tras suyo. Frecuentemente estas partículas entran en la atmósfera de la Tierra creando una espectacular lluvia de meteoros que puede ser vista desde tierra.
Más importante aún, los cometas han chocado contra la superfice de algunos planetas, como lo fue el caso cuando el cometa Shoemaker-Levy 9 chocó y se hundió en el planeta Júpiter en 1995. Cadenas de cráteres encontradas en otros planetas, indican que los cometas han chocado anteriormente con planetas.
Los cometas varían en tamaño, desde 10 km hasta 100 km de diámetro, lo cual implica que son grandes volúmenes de material. Debido a que los cometas están basicamente hechos de agua, el impacto de un cometa contra la Tierra en sus inicios, debió haber depositado grandes cantidades de agua en la atmósfera y en el océano. Ya que los cometas son poco compactos, como una bola de nieve, no es necesario que dicho objeto choque contra la superficie de la Tierra para desintegrarse. Podría consumirse a elevada altitud, y depositar su agua en la atmósfera. Un cometa del tamaño del cometa Halley traería suficiente agua para crear un gran lago. En años recientes ha surgido evidencia de que muchos pequeños cometas han estado chocando contra la Tierra todo el tiempo, trayendo consigo agua y otras moléculas.